lunes, 29 de octubre de 2018

Más de... Ver a no saber - Hélène Cixous




"Ella era una mujer, pero no absolutamente, ella era una mujer con.
Con hombre, con-contra-sin hombre o caballo o maquina de escribir.
Pero madre lo era absolutamente, en la gran soledad de las madres verdaderas:
Madre. Madera. Bruta. Grande. Primitiva"

Ella era un agente que luchaba con el ángel para hacerle pronunciar su nombre, y en la lucha ella era el ángel también, el ángel angustia y el ángel calma. Paradójica.
Con la fuerza de una ventana abierta sabía que ella no era "el autor"
con autoridad de sus libros.
Sus libros eran tempestades que pasaban por encima de su persona,la atravesaban, eran más libres que ella.

Humildemente trataba de copiar el libro que estaba encima de ella, es eso escribir; él es más fuerte que yo,
soy más fuerte que yo. Ese libro es el resultado de la tensión entre él y yo, entre el arriba y el abajo,
el interior y el exterior, la libertad y el miedo.
Y esa primera frase, sintácticamente, gramaticalmente, imposible.
Ese yo-él que se solicitó y se entregó, cumple por sí sola. Ello no impide el miedo.
La esperanza está llena de desesperación, y la desesperación de esperanza.
No existe libertad libre, existe el temor, la libertad con temor, el temor como síntoma de la libertad.

Me pongo por encima de más lejos que de mí misma, es una aventura insostenible, supero al yo,
es la grandeza pronombre personal sujeto: "yo" y el otro simultáneamente, un él , o un tú, porque allá en donde sopla el viento más fuerte se tiene la sensación de estar tan cerca de la locura.
Entonces para no hundirse en los latidos del yo, ella inventa: la mano.
En la Pasión. Dame tu mano, grita. Y ella se da la mano.
Es necesario disponer de reflexividad para andar sobre el abismo. Necesita de una Se.
Que se toque. Que se mantenga. Esta mano de la Pasión es otra mano, aquella que escribe.
Una ciega anda a tientas. La otra empuña el bastón profético.
No le pregunten por qué y cómo porque ella no lo sabe. Saber confina, limita. Separa. Ella escribe buscando. Cada vez que escribía le sobrevenía una escisión de sí misma,
se desconocía a sí misma, tanto que hasta podía reemplazarse por un hombre.
Una barba podía crecerle en la noche del escribir. Escribir escribe siempre no queriendo descubrir
con el auxilio de la muy potente lengua, el secreto. Pero es imposible. Escribir será siempre esa mezcla de palabras y de secretos,. Nunca poseerá el secreto.
Pero ella vive en él. Una actividad misteriosa y poderosa produce las condiciones de refugio de aquello que busca. La Gallina lengua está hecha para ser el lugar del huevo.
Se deja utilizar, pero tan tan fuerte que no sabe que es utilizada. No sabe que lleva consigo el huevo.
Su ignorancia bendita es la condición del huevo. Si supiera que tiene un huevo se salvaría pero como gallina se salvaría en tanto que mujer, se conocería como gallina, ganaría una mujer y perdería el secreto,
la inocencia y la libertad.

No-saber, no-saber-bien, es lo que sucede entre las líneas y lo que guarda en vida al secreto.
Si supiéramos no escribiríamos.
Si preguntan por qué cómo (escribe ella), la respuesta es: se trata de un mandato.
Ella obedece."