jueves, 14 de agosto de 2025

domingo, 3 de agosto de 2025

Chaya Pinkhasovna Lispector (1926-1977)

"Gastó muchos años de su existencia en la ventana, mirando las cosas que pasaban y las que estaban paradas. Pero la verdad era que oía más que veía la vida dentro de sí. La fascinaba su ruido, como el de la respiración de una tierna criatura; su dulce brillo, como el de una planta recién nacida. Todavía no se había cansado de existir y se bastaba tanto a sí misma que a veces tal era su felicidad que sentía que la tristeza la cubría como la sombra de un manto, dejándola fresca y silenciosa como un atardecer. Ella era en sí en propio fin."



Mi vida no tiene más remedio

Estaré engañándome diciendo que

Todavía es posible el futuro que soñé

Tengo absoluta certeza que

Nada de lo que aprendí fue en vano

Siento dentro de mí que

Tener un sueño no significa nada

No podría decir jamás que

Mi futuro puede ser brillante

Siento cada vez mas que

Ya no tengo esperanza

Y jamás volveré a mentir que

La vida es una gran fiesta

Hoy reconozco que es verdad que

Vivir es no dejarse llevar por la ilusión


Clarice Lispector


Este poema tiene la particularidad de producir sensaciones encontradas según la dirección de su lectura. Al leerlo desde abajo hacia arriba: qué sientes?



Pues en la hora oscura, tal vez la más oscura, en pleno día, ocurrió esa cosa que no quiero siquiera intentar definir. En pleno día era noche, y esa cosa que no quiero todavía definir es una luz tranquila dentro de mí, y la llamaría alegría, alegría mansa. Estoy un poco desorientada como si me hubieran arrancado el corazón, y en lugar de él estuviera ahora la súbita ausencia, una ausencia casi palpable de lo que antes era un órgano bañado de oscuridad, de dolor. No estoy sintiendo nada. Pero es lo contrario del sopor. Es un modo más leve y más silencioso de existir.

Tanta mansedumbre

sábado, 2 de agosto de 2025

Y el principio fue el Silencio






Y se hizo la palabra. De su cultivo, la cultura. De la cultura, el cultivo en constante aumento de la palabra, que es dicha con el aire que se respira, en el ambiente que uno habita.
Esta palabra no compone ningún discurso, es pura existencia, la decantación humana de la sencilla sensibilidad animal. Se trata de música natural.

Y se formó el proverbio. Breve y sutil fresco del mundo del cual es hijo. África, cuna del ser humano, es origen de una abundante y bastante desconocida sabiduría popular. La miríada casi inasible de culturas que habitan este continente han cosechado multitud de máximas, que están coloreadas por los paisajes y la vida que les rodea.

Aquí les dejamos una pequeña selección de asertos del mundo africano:

- Las huellas de las personas que caminaron juntas nunca se borran (Congo).

- Cuando dos elefantes luchan es la hierba la que sufre (Uganda).

- Antes de pedirle ropa a un hombre, mira la ropa que él lleva (Los Yoruba : Nigeria).

- Hasta que los leones tengan sus propios historiadores, las historias de caza siempre glorificarán al cazador (Los Igbo: Nigeria / Camerún /Guinea Ecuatorial).

- La lluvia moja las manchas del leopardo, pero no se las quita
(Los Akan : Ghana /Costa de Marfil/ Togo).

- Si usted puede caminar, usted puede bailar; si usted puede hablar, usted puede cantar (Los Dinka: Sudán).

-¿Por qué nos quejamos de que un árbol salga torcido cuando, en nuestras calles, hay personas torcidas? (Los Yoruba: Nigeria).
- El dueño de la casa sabe donde gotea su tejado (Chad).
- Trabajar el campo es duro, pero más dura es el hambre (Los Kikuyu : Kenia).
- Los tambores de guerra son tambores de hambre (Sudáfrica).
- La muerte es obligatoria, pero la esclavitud no (Los Saharaui , Sahara Occidental).

- La muerte de un anciano es como una biblioteca que se quema (Costa de Marfil).
- Cada arroyo tiene su fuente (Los Zulú : Sudáfrica /Zimbabwe /Zambia /Mozambique).
- Una tormenta de arena pasa; las estrellas permanecen (Los Dorze : Etiopía).
- Si no tapas los agujeros, tendrás que reconstruir las paredes (Los Swahili: Kenia/Tanzania).

- El día nunca retrocede de nuevo.

- Sólo los pies del viajero saben el camino (Los Maasai: Kenia /Tanzania).
- Un amigo es como una fuente de agua durante un viaje largo (Los Kikuyu : Kenia).
- La distancia entre la verdad y la mentira es de cuatro dedos, porque es el espacio que separa el oído de la vista (Los Saharauis: Sahara Occidental).
- El puente sólo se repara cuando alguien se cae al agua (Somalia).
- El río se llena con arroyos pequeños (Los Bateke: Congo).

miércoles, 2 de julio de 2025

"Cuando las palabras se abrazan" Marla De Queiroz







"Algunas cosas cambian y el movimiento es mi mejor elección. Incluso cuando alcé alto vuelo, en algún momento estacioné en la latitud, me distribuí en la longitud. Estancada, aunque en vuelo libre.
Cuando la posibilidad de la caída me paralizó, perdí mi capacidad de tener fe en la carretera, de caminar con los pies en el suelo y abandonar, circunstancialmente, Los Aires. No hay que ir tan lejos, demasiado rápido. No hay que temer dejar cosas que amamos atrás. Así como todo tiene una gran causa cuando en nuestra vida, ciertos aprendizajes y fases son pasajes. El recuerdo dulce de la conclusión de un libro. La frase guardada para ese impacto. El final que pide continuidad, incisivo o indeciso.
Caminar a la siguiente etapa o recibir con los pasos listos.
En el fondo, la gente quiere ser feliz a pesar de todo. Pero siempre hay que partir: para o de algún punto."
Marla De Queiroz



"Estoy abandonando los excesos con dedicación, disciplina y con todo cuidado que una despedida pide que no sea demasiado traumática. Sólo supe que todo estaba mal con mis actitudes cuando no sirvieron más para sostener mi ligereza. Fue cuando todo lo que antes era divertido terminó por lastimarme por dentro y plantar en mi mirada una tristeza sin horizontes alcanzables.

Cuando tuve que empezar a explicarme demasiado, cuando mis personajes fueron a vivir en mis actores y empezamos a vivir realmente los dolores que inventé, decidí matar a la autora de tantos dramas para cuidar la casa, regar las plantas y a mi misma un poco mientras valoraba cuáles serían mis próximos pasos. (mi intensidad no podía seguir sirviendo de trípode para tanta agonía).

Aprendí a anotar historias, delimitar espacios, disolver conflictos, definir mis relaciones y preservar el resto de la cordura que hay en mí. (nunca fui misteriosa, pero exponer mis vísceras a la luz más clara del día me estaba haciendo retorcerse de desagrado).

(...) entonces abrí la ventana para que el aire circule y recicle toda la energía estancada. No necesito más escombros emocionales, ni exagerar en mis inmersiones y usar lupas que distorsionan las imágenes. Ahora sólo quiero preocuparme por una nueva disposición de los muebles de la casa mientras pongo la ropa sucia en la lavadora."
*
(sus) pienso en pasos de (MU) danza

Marla De Queiroz
Del libro: "Cuando las palabras se abrazan"

"Pasé mucho tiempo intentando "suplir mis vacíos" hasta que descubrí que lo que apretaba mi pecho era la cantidad de escombros emocionales que llevaba. Necesitaba el vacío para sentirme internamente aireada y con bastante espacio para crecer. La angustia no es un vacío, es una corriente que se arrastra. El vacío es una posibilidad, una laguna que se llena, un espacio para una decoración nueva. Necesitamos páginas en blanco para que nazcan poemas, de recipientes disponibles, de un corazón espacioso, de un alma libre, de una mente abierta. El vacío sólo existe para los desapegados, para los que apoyan y celebran el silencio que nos permite escuchar los susurros de la intuición y no los gritos infantiles de los deseos inmediatos. El vacío es una esperanza masiva. No es sólo la falta que nos mueve y motiva, sino el recuerdo más genuino de que somos seres pendientes y que necesitamos construir a diario, incansable y eternamente. El vacío no es un abandono de usted, es un reconocimiento del yo, una invitación para el otro, algo que debe ser llenado temporalmente, dentro del mismo movimiento humano de despertar siempre un desconocido. El vacío es una curiosidad que aún no ha sido alterada. Es tener brazos libres para el abrazo que terminará dentro de poco, pero que resonará constantemente en el recuerdo más bonito. Porque en el toque intenso, el afecto estaba ligero."

Marla De Queiroz
El libro tiene el día que el corazón sostiene el dedo en la puerta.


Hay que tener una autoconfianza descomunal en nuestros proyectos. Hay que tener una firmeza absurda en nuestros valores más nobles. Hay que tener una fuerza sobrenatural para caminar en un camino justo. Hay que tener mucha autocompasión por nuestras opciones: a veces nos equivocamos, porque hay que tener mucho de todo que engradece un ser humano para que nada nos impida seguir en paz. La buena intención nos guía, pero no nos garantiza: estamos en participación directa con el otro y su equipaje. Crecimos en las relaciones, en las entregas, en la autocrítica de nuestro comportamiento dentro de ellas.
Hay que aprender a entregarse sin nos, sin nos, sin perdernos de nosotros mismos. Es una entrega individual dentro de algo que abarca más que nuestro yo. Nos relacionamos con egos. Nuestro ego también se relaciona con el otro y con nosotros. Hay una pelea interna y muy sutil dentro de cada proceso. Incluso cuando la búsqueda es espiritual, el ego está allí haciendo que la gente compita hasta con nuestro ritmo de aprendizaje. Porque una búsqueda espiritual es también una búsqueda dedicada, delicada, comprometida y relajada.
Hay que soltar la necesidad de control, domar la mente, aceptar el misterio, los casualidades. Esperamos milagros pero queremos, al mismo tiempo, estar en el control de todo. Y la vida necesita espacio y paciencia para actuar. Cuántas personas "hacen su parte" y luego quedan esperando ansiosas el resultado... haga su parte y entregue, confíe, agradezca de antemano las gracias recibidas. Acoja sus opciones. Quien no se equivoca no se atrevió. Y siempre hay una oportunidad de hacerlo mejor cuando hay aprendizaje.
 

martes, 1 de julio de 2025

Haruki Murakami









"A veces, el destino se parece a una pequeña tempestad de arena que cambia de dirección sin cesar. Tú cambias de rumbo intentando evitarla. Y entonces la tormenta cambia de dirección, siguiéndote a ti.

Tú vuelves a cambiar de rumbo. Y la tormenta vuelve a cambiar de dirección, como antes. Y esto se repite una y otra vez. Como una danza macabra con la Muerte antes del amanecer.

Y la razón es que la tormenta no es algo que venga de lejos y que no guarde relación contigo. Esta tormenta en definitiva, eres tú. Es algo que se encuentra en tu interior.

Lo único que puedes hacer es resignarte, meterte en ella de cabeza, taparte con fuerza los ojos y las orejas para que no se te llenen de arena e ir atravesándola paso a paso.

Y en su interior no hay sol, ni luna, ni dirección, a veces ni siquiera existe el tiempo. Allí solo hay una arena blanca y fina, como polvo de huesos, danzando en lo alto del cielo. Imagínate una tormenta como ésta.

Y tú en verdad la atravesarás, claro está. La violenta tormenta de arena. La tormenta de arena metafísica y simbólica.

Pero por más metafísica y simbólica que sea, te rasgará cruelmente la carne como si de mil cuchillas se tratase. Muchas personas han derramado allí su sangre y tu, asimismo derramarás allí la tuya. Sangre caliente y roja. Y esa sangre se verterá en tus manos. Tu sangre y. también, la sangre de los demás.

Y cuando la tormenta de arena haya pasado, tu no comprenderás como has logrado cruzarla con vida. ¡No! Ni siquiera estarás seguro de que la tormenta haya cesado de verdad.

Pero una cosa si quedara clara. Y es que a persona que surja de la tormenta no será la misma persona que penetró en ella.

Y ahí estriba el significado de la tormenta de arena"


Haruki Murakami, Kafka en la orilla (fragmento)

martes, 3 de junio de 2025

Marguerite Duras (Saigon, Vietnam 1914- París 1996) . Marguerite Yourcenar

“Si huyes hacia adentro, nadie podrá tocarte, nadie podrá mentirte, serás tú, y el vacío entre tú y tú”. José Antonio Galloso



Con Marguerite Donnadieu es casi inevitable...

"Cuando yo escribía en la casa todo escribía. La escritura estaba en todas partes.

Y cuando veía a los amigos, a veces no acertaba a reconocerlos. Hubo varios años así, difíciles, para mí, si, diez años quizá, quizá duró diez años. Y cuando amigos, incluso muy queridos, acudían a visitarme, también era terrible.

Los amigos nada sabían de mí; me apreciaban y acudían por gentileza creyendo que hacían bien.
Y lo más extraño era que no me importaba. Eso hace salvaje a la escritura.

Escribir lo vuelve a uno salvaje. Se acerca a un salvajismo anterior a la vida.
Y siempre lo reconocemos, es el de los bosques, tan antiguo como el tiempo.
Es el salvajismo del miedo a todo, distinto e inseparable de la vida misma. Uno se encarniza.

No se puede escribir sin la fuerza del cuerpo. Para abordar la escritura hay que ser más fuerte que lo que se escribe. Es algo curioso, sí. No es sólo la escritura, lo escrito, también los gritos de las bestias de la noche, los de todos, los vuestros y los míos, los de los perros.

Es la vulgaridad masificada, desesperante, de la sociedad. El dolor; también es Cristo, Moisés y los faraones y todos los niños judíos,  también lo más violento de la felicidad. Siempre. Eso creo.

“Estar sola con el libro aún no escrito es estar aún en el primer sueño de la humanidad.”

Caminas hacia la soledad. Yo no, yo tengo libros




"No es siquiera una reflexión, es algo así como una facultad que está a un costado de uno, paralela a uno, que pertenece a otra persona, que aparece y avanza, invisible, dotada de pensamiento, de cólera, y que a veces, por voluntad propia, está en peligro de perder la vida.

Escribir, es intentar saber lo que se escribiría si se escribiera -uno sólo lo sabe hasta después- antes, es la pregunta más peligrosa que uno pueda plantearse. También es la más socorrida."


“Es sin duda el estado que yo trato de alcanzar cuando escribo, un estado de escucha extremadamente intenso, pero desde el exterior. Cuando las personas que escriben  dicen: cuando escribo uno está concentrado; pero yo no me poseo absolutamente en nada, yo misma soy un colador, tengo la cabeza agujereada. Solo de esta manera me puedo explicar lo que escribo, porque hay cosas que no reconozco en lo que escribo. Es decir que ellas me vienen de otro lugar."

"Hallar en un agujero, en el fondo de un agujero, en una soledad casi todo y descubrir que solo la escritura te salvará. No tener ningún argumento para el libro, ninguna idea del libro es encontrarse, volver a encontrarse, delante de un libro. Una inmensidad vacía. Un libro posible. Delante de nada. Delante de algo así como una escritura viva y desnuda, como terrible de superar. Creo que la persona que escribe no tiene ni idea respecto al libro, que tiene las manos vacías, la cabeza vacía, y que, de esa aventura del libro, es cómo nace la escritura seca y desnuda, sin futuro, sin eco, lejana, con sus reglas de oro elementales, la ortografía, el sentido."

"Un escritor es algo extraño. Es una contradicción y también un sinsentido. Escribir también es no hablar. Es callarse. Es aullar sin ruido. Un escritor es algo que descansa, con frecuencia, escucha mucho. No habla mucho porque es imposible hablar a alguien de un libro que se ha escrito y sobre todo de un libro que se está escribiendo. Es imposible.

Es lo contrario del cine, lo contrario del teatro y otros espectáculos. Es lo contrario de todas las lecturas. Es lo más difícil. Es lo peor. Porque un libro es lo desconocido, es la noche, es cerrado, eso es.

El libro avanza, crece, avanza en las direcciones que creíamos haber explorado, avanza hacia su propio destino y el de su autor, anonadado por su publicación: su separación, la separación del libro soñado, como el último hijo, siempre el más amado.”

"...en la vida llega un momento, y creo que es fatal, al que no se puede escapar, en que todo se pone en duda: el matrimonio, los amigos, sobre todo los amigos de la pareja, los otros también. Lo único que no ponía en duda era la maternidad, la paternidad. El hijo. Los hijos.


"El hijo no se pone en duda. Y esa duda de todo lo demás crece alrededor de uno. Esa duda está sola, es la de la soledad. Ha nacido de ella, de la soledad. Ya podemos nombrar la palabra. Creo que mucha gente no podría soportarlo, que digo, huirían. De ahí quizá que no todo hombre sea un escritor. Si. Eso es, esa es la diferencia. Esa es la verdad. No hay otra. La duda, la duda es escribir. Por tanto, es el escritor también. Y con el escritor todo el mudo escribe. Siempre se ha sabido.

Porque la duda es poner todo en jaque, revolverlo todo, hasta lo cómodo o confortable."




"Otras mujeres florecerán, igual de sonrientes que aquellas que yo amé, más su sonrisa será diferente, y el lunar que me apasiona se habrá desplazado en su mejilla de ámbar la distancia de un átomo. Otros corazones se romperán bajo el peso de un insoportable amor, más sus lágrimas no serán nuestras lágrimas. Unas manos húmedas de deseo continuarán juntándose bajo los almendros en flor, pero la misma lluvia de pétalos nunca se deshoja dos veces sobre la misma ventura humana."

M. Yourcenar. El último amor del príncipe Genghi. Cuentos Orientales.


Villa Adriana, creada en Tibur (actual Tívoli) como lugar de retiro de Roma por el emperador Adriano en el siglo II.

"¿Qué es lo que te ayuda a vivir en los momentos de desconsuelo y horror? La necesidad de ganar o amasar tu pan, el sueño, el amor, la ropa limpia que te pones, un viejo libro que relees, la sonrisa de la negra o del sastre polaco de la esquina, el olor de los arándanos y el recuerdo del Partenón. Todo lo que era bueno en las horas de deleite sigue siendo exquisito en las horas de desamparo. "
M. Yourcenar. Peregrina y extranjera.
"En un mundo tan dispuesto al olvido, todo lo que saca a la luz el esfuerzo del hombre, es saludable.”
 


"En esta habitación trivial, sin lazo alguno con el pasado ni con el porvenir (y por esa razón se es más uno mismo), en medio de un día o de una noche cualquiera, ocurre este milagro de repente, esa gracia que a veces desciende: no un instante de felicidad, pues la felicidad no se cuenta por instantes, sino la conciencia repentina de que la felicidad nos habita. Los objetos que componen la vida, dispuesta repentinamente con un orden distinto, vuelven hacia nosotros su rostro lleno de sol."

M. Yourcenar. Una vuelta por mi cárcel.



"Escribir. No puedo. Nadie puede. Hay que decirlo: no se puede. Y se escribe. Lo desconocido que uno lleva en sí mismo: escribir, eso es lo que se consigue. Eso o nada. Se puede hablar de un mal de escribir. Hay una locura de escribir que existe en sí misma, una locura de escribir furiosa, pero no se está loco debido a esa locura de escribir. Al contrario. La escritura es lo desconocido. Antes de escribir no sabemos nada de lo que vamos a escribir. Y con total lucidez. Es lo desconocido de sí, de su cabeza, de su cuerpo. Escribir no es ni siquiera una reflexión, es una especie de facultad que se posee junto a su persona, paralelamente a ella, de otra persona que aparece y avanza, invisible, dotada de pensamiento, de cólera, y que a veces, por propio quehacer, está en peligro de perder la vida. Si se supiera algo de lo que se va a escribir, antes de hacerlo, antes de escribir, nunca se escribiría. No valdría la pena. Escribir es intentar saber qué escribiríamos si escribiésemos- sólo lo sabemos después-antes, es la cuestión más peligrosa que podemos plantearnos. La escritura: la escritura llega como el viento, está desnuda, es la tinta, es lo escrito, y pasa como nada pasa en la vida, nada, excepto eso, la vida..."

Escribir. Marguerite Duras

"Entonces escribir es el modo de quien usa la palabra como carnada:la palabra pescando lo que no es palabra. Cuando esa no-palabra muerde la carnada, algo se ha escrito. Una vez que se pescó la entrelínea, se puede con alivio tirar la palabra. Pero ahí cesa la analogía: la no-palabra, al morder la carnada, la incorporó. Lo que salva entonces es leer "distraídamente"." Clarice Lispector


"Lo mejor para las turbulencias del espíritu, es aprender. Es lo único que jamás se malogra. Puedes envejecer y temblar, anatómicamente hablando; puedes velar en las noches escuchando el desorden de tus venas, puede que te falte tu único amor y puedes perder tu dinero por causa de un monstruo; puedes ver el mundo que te rodea, devastado por locos peligrosos, o saber que tu honor es pisoteado en las cloacas de los espíritus más viles. Sólo se puede hacer una cosa en tales condiciones: aprender." M. Yourcenar. Sources II (Gallimard, 1999)

lunes, 2 de junio de 2025

Historia del ajedrez




La historia del ajedrez tiene un origen controvertido, pero es posible afirmar que el juego fue inventado en Asia. Actualmente, la versión generalizada es que surgió en India con el nombre de chaturanga






que significa entre cuatro, ya que con ello se aludía a las cuatro armas del ejército indio: caballos, carros, elefantes e infantería (al pasar a occidente se transformaron en torres, caballos, alfiles u obispos y peones).



Se difundió rápidamente por las rutas comerciales, llegó a Persia, y desde allí al Imperio bizantino, extendiéndose posteriormente por toda Asia. El mundo árabe, adoptó el ajedrez con un entusiasmo sin igual: estudiaron y analizaron en profundidad los mecanismos del juego, escribieron numerosos tratados sobre ajedrez y desarrollaron el sistema de notación algebraica.
El juego llegó a Europa entre los años 700 y 900, a través de la conquista de España por el Islam, aunque también lo practicaban los vikingos y los Cruzados que regresaban de Tierra Santa. En las excavaciones de una sepultura vikinga hallada en la costa sur de Bretaña se encontró un juego de ajedrez, y en la región francesa de los Visigodos se descubrieron unas piezas del siglo X, de origen escandinavo, que respondían al modelo árabe tradicional. Durante la edad media España e Italia eran los países donde más se practicaba.
Lo introdujeron con el nombre de "Shatrany" que dio origen luego al español "acedrex" y posteriormente Ajedrez. Los persas transformaron el término hindú rajah", que significa rey en "shah", y de allí proviene la frase árabe "shah mat" que significa el rey ha muerto, de la cual deriva la actual "jaque mate".



Se jugaba de acuerdo con las normas árabes (descritas en diversos tratados de los que fue traductor y adaptador Alfonso X el Sabio), según las cuales la reina y el alfil son piezas relativamente débiles, que sólo pueden avanzar de casilla en casilla. Durante los siglos XVI y XVII el ajedrez experimentó un importante cambio, y la reina se convirtió en la pieza más poderosa, en cuanto a su movimiento se refiere, del tablero. Fue entonces cuando se permitió a los peones avanzar dos casillas en su primer movimiento y se introdujeron la regla conocida como en passant ("al paso"),  que permite capturar el peón que sigue su marcha y no come la pieza que se le ha ofrecido por una determinada estrategia, y el revolucionario concepto del enroque. Los jugadores italianos comenzaron a dominar el juego, arrebatándoles la supremacía a los españoles. Los italianos, a su vez, fueron desbancados por los franceses y los ingleses durante los siglos XVIII y XIX cuando el ajedrez, que había sido hasta entonces el juego predilecto de la nobleza y la aristocracia, pasó a los cafés y las universidades. El nivel del juego mejoró entonces de manera notable. 







Cuando Alejandro Magno marchó contra la India en el año 326 a.C., se le enfrentó una masa de infantería, caballería, carros y elefantes. Este tipo de ejército indio tradicional, dividido en cuatro sectores, se reflejaba en las piezas utilizadas en un antiguo juego indio de tablero, el chatarunga, que significa "cuatro partes" o brazos; éste a su vez fue reemplazado por un juego reconocido ya como ajedrez hacia el año 500 de nuestra era, fecha de su primera mención escrita.




De la India no tardó en extenderse a Persia (hoy Irán) donde se hizo popular. Los persas heredaron muchos nombres y términos familiares del ajedrez. Los infantes eran piyadah o peones y el carro, hoy torre, se llamaba rukh, origen de la palabra "roque", con la que a veces se denomina la torre, así como del término "enroque". Shahmat significa "el rey está perdido" y de ahí el "jaque mate", el momento crítico en el que el rey de uno de los jugadores no puede escapar a la
captura y pierde la partida. El "jaque mate" evoca los antiguos usos de la guerra, cuando un rey capturado, por el que se podía pedir rescate, valía más que muerto. En el siglo VII de nuestra era, el imperio persa sucumbió ante el Islam y el ajedrez viajó con las conquistas islámicas desde España, y más tarde por toda Europa Occidental, hasta las puertas de Constantinopla, de donde los vikingos lo llevarían al lejano norte.




Uno de los registros literarios más antiguos sobre el ajedrez es el poema persa Karnamak Artakhshatr Papakan, escrito en el siglo VI y a partir de esta era, su evolución está mejor documentada y ampliamente aceptada en el mundo académico. Tras la conquista de Persia por los árabes, éstos asimilaron el juego y lo difundieron en Occidente, llevándolo al norte de Africa y Europa, e incluso la actual España e Italia alrededor del siglo X desde donde se extendió al resto del continente llegando a la región de Escandinavia e Islandia. En Oriente, el ajedrez se ha expandido desde su versión china, el Xianggi, a Corea y Japón en el siglo X.





En el siglo XV, el juego fue ampliamente difundido en Europa y entre las variantes existentes del juego, la europea fue el que se destacó por la velocidad indicada por la inclusión de la dama y el alfil. A pesar de que en esa época ya existía literatura de ajedrez, fue en este período cuando comenzaron a surgir el primer análisis de aperturas debido a las nuevas posibilidades de juego.



Ajedrez: Ese pretexto tan bien escrito y sin palabras