lunes, 18 de julio de 2016

"Pases Mágicos" de Carlos Castaneda - Recapitulación

Recapitulación




La recapitulación consiste en el trabajo sostenido y sistemático de volver sobre eventos, personas o lugares de nuestra vida que mantienen atrapados hilos de nuestra energía. Si bien los eventos pasados son parte de una línea temporal "distante", nuestra energía no distingue la "temporalidad" definida por nuestro intelecto, de manera que todas las experiencias de nuestro pasado limitan energéticamente nuestras posibilidades. Nuestros compromisos, interacciones, relaciones sexuales y experiencias del pasado, constituyen nudos de energía que están constantemente drenando nuestra posibilidad de utilizar todo nuestro patrimonio energético con fines concientes. El objetivo de la recapitulación es restablecer nuestra constitución energética, recuperando la energía que dejamos puesta en relaciones, eventos o personas de nuestro camino. Al mismo tiempo es un acto de limpieza, donde liberamos las porciones energéticas que hemos extraido de nuestras relaciones.

No existe "pasado" que haya "pasado"...La típica frase "El tiempo cura las heridas" no es tan real como parece. Básicamente la línea temporal de nuestra vida, cortada por experiencias, buenas o malas, que fueron quedando como marcas en el camino, se establecen como nudos energéticos que finalmente constituyen y definen nuestra energía y vitalidad. Aún cuando creemos que "el tiempo limpia las heridas", sería más correcto decir que nos vamos adecuando, adaptando y acostumbrando a un estado de conciencia definido por los eventos de nuestra historia personal.

En palabras de Carlos Castaneda:

"Un brujo sabe que si no vamos por nuestros fantasmas, ellos vienen por nosotros. Por eso no deja pendientes (...) Los compromisos emocionales que contraemos con la gente son como inversiones que hemos hecho a lo largo del camino. Hay que ser muy necios para dejar tirado nuestro patrimonio por ahí! La única forma en que podemos volver a estar completos es recogiendo esa inversión,  reconciliándonos con nuestra energía y disipando la carga de los sentimientos. El mejor método que han descubierto los brujos para eso, es rememorar los sucesos de nuestra historia personal hasta su completa digestión. Afortunadamente, en el ámbito de la energía no existen cosas como el tiempo y el espacio. Así, es posible regresar al lugar y al momento mismo donde se dieron los eventos a ser revividos. No es muy difícil, ya que todos sabemos muy bien dónde nos duele. Lo importante es empezar, pues la energía que recuperamos desde el primer intento nos dará fuerzas para seguir recapitulando aspectos más y más intrincados de 
nuestras vidas, y a deshilvanar con disciplina voluntariamente la trama de nuestras historias personales dando el paso decisivo" 

"Encuentros con el Nagual" de Armando Torres

"Cuando dos personas entran en relación, lo que ocurre es un intercambio de emanaciones. Nuestra fibras de luz interactúan aunque no queramos, o sin darnos cuenta de ello. Es una ley que la energía fluya de donde hay más a donde hay menos. Como pasamos la vida en una constante interacción, lo normal es que, al final, seamos muy poco de nosotros mismos y mucho de lo que los demás dejaron en nosotros"


Un brujo sabe que si no vamos por nuestros fantasmas, ellos vienen por nosotros. Por eso no dejan pendientes. Recuenta su pasado, busca la coyuntura mágica - el momento exacto donde se involucró con los destinos de la gente, aplica toda su concentración a ese punto y desanuda los lazos del intento"

La recapitulación es una forma especializada de acecho, emprendida con alto sentido de la estrategia. Entender y poner en orden nuestras existencias, viéndolas tal y como son, sin reproches, remordimientos o felicitaciones, con desapego y un ánimo de ligereza e incluso de humor...

La recapitulación es el mejor camino para parar el diálogo interno dado que el principal combustible de nuestros pensamientos son los asuntos pendientes, expectativas y defensa del ego. Es difícil encontrar una persona cuyo diálogo interno sea sincero, lo común es disimular nuestras frustraciones yendo al extremo opuesto. Así el contenido de nuestra mente se vuelve una oda al yo.

"El Don del Aguila" de Carlos Castaneda

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