"Existe en todo ser un "irrompible carozo de oscuridad" algo que ni las rutinas sociales
ni los lugares comunes del lenguaje consiguen traspasar, pero que estalla a veces escandalosamente.
En esas explosiones siempre se revela una verdad y encontramos impresionados las que descubren una libertad" Simone de Beauvoir
Reinicié mi lectura de Simone de Beauvoir "La plenitud de la vida" texto que escribió cumplidos sus
50 años. Causalmente en el tiempo justo, cuando entro a mis cronológicos 50. Sus líneas me atraparon, claro que fue muy diferente años atrás cuando el libro cayó en mis manos por primera vez y me resultó tremendamente aburrido.
En un primer impulso me desbordé por compartirlo, pero por momentos lo sentía como reservado
a una conversación íntima entre mujeres. La pasión con que relataba su relación y su conocimiento de la personalidad de Sartre y la suya propia me recordaba.
La saboreaba un poco más, discurriendo con ella. Vida! si esta mujer habla por mí!
"He comprendido que para hacer descubrimientos, lo esencial no es percibir aquí y allí resplandores que los demás ni siquiera sospechan, sino precipitarse sobre ellos dejando de lado todo lo demás.."
contra viento y marea, contra la razón misma.
"Sin embargo, me vi llevada a revisar ciertos postulados que hasta entonces había considerado inconmovibles: me confesé que era abusivo confundir a otro y a mí misma bajo el equívoco de una
palabra demasiado cómoda: nosotros.
Había experiencias que cada cual vivía por su cuenta; yo siempre había sostenido que las palabras
fracasan en dar la presencia misma de la realidad. Tenía que sacar consecuencias.
Yo hacía trampa cuando decía. "Somos uno solo".
Entre dos individuos, la armonía nunca está ganada, debe conquistarse indefinidamente..."
Conquistarse y reconocerse indefinidamente nuevos para no caer en la rutina.
Y si caemos en la rutina porque no encontrar allí también un desafío!
Aún sigue erizándome la piel y para ser sincera, detesto hablar de: "nosotros"
quién-es?
"Sobre las páginas impresas no encuentro el rastro de los días en que las escribí:
ni el color de las mañanas y de las noches, ni los estremecimientos del miedo, de la esperanza;
nada. Sin embargo, mientras las arrancaba laboriosamente de la nada, el tiempo se quebró,
el piso se movió y yo cambié"
"Sé que uno nunca puede conocerse, sino solamente narrarse"
