martes, 5 de marzo de 2019

"Cuando las palabras se abrazan" Marla De Queiroz







"Algunas cosas cambian y el movimiento es mi mejor elección. Incluso cuando alcé alto vuelo, en algún momento estacioné en la latitud, me distribuí en la longitud. Estancada, aunque en vuelo libre.
Cuando la posibilidad de la caída me paralizó, perdí mi capacidad de tener fe en la carretera, de caminar con los pies en el suelo y abandonar, circunstancialmente, Los Aires. No hay que ir tan lejos, demasiado rápido. No hay que temer dejar cosas que amamos atrás. Así como todo tiene una gran causa cuando en nuestra vida, ciertos aprendizajes y fases son pasajes. El recuerdo dulce de la conclusión de un libro. La frase guardada para ese impacto. El final que pide continuidad, incisivo o indeciso.
Caminar a la siguiente etapa o recibir con los pasos listos.
En el fondo, la gente quiere ser feliz a pesar de todo. Pero siempre hay que partir: para o de algún punto."
Marla De Queiroz



"Estoy abandonando los excesos con dedicación, disciplina y con todo cuidado que una despedida pide que no sea demasiado traumática. Sólo supe que todo estaba mal con mis actitudes cuando no sirvieron más para sostener mi ligereza. Fue cuando todo lo que antes era divertido terminó por lastimarme por dentro y plantar en mi mirada una tristeza sin horizontes alcanzables.

Cuando tuve que empezar a explicarme demasiado, cuando mis personajes fueron a vivir en mis actores y empezamos a vivir realmente los dolores que inventé, decidí matar a la autora de tantos dramas para cuidar la casa, regar las plantas y a mi misma un poco mientras valoraba cuáles serían mis próximos pasos. (mi intensidad no podía seguir sirviendo de trípode para tanta agonía).

Aprendí a anotar historias, delimitar espacios, disolver conflictos, definir mis relaciones y preservar el resto de la cordura que hay en mí. (nunca fui misteriosa, pero exponer mis vísceras a la luz más clara del día me estaba haciendo retorcerse de desagrado).

(...) entonces abrí la ventana para que el aire circule y recicle toda la energía estancada. No necesito más escombros emocionales, ni exagerar en mis inmersiones y usar lupas que distorsionan las imágenes. Ahora sólo quiero preocuparme por una nueva disposición de los muebles de la casa mientras pongo la ropa sucia en la lavadora."
*
(sus) pienso en pasos de (MU) danza

Marla De Queiroz
Del libro: "Cuando las palabras se abrazan"

"Pasé mucho tiempo intentando "suplir mis vacíos" hasta que descubrí que lo que apretaba mi pecho era la cantidad de escombros emocionales que llevaba. Necesitaba el vacío para sentirme internamente aireada y con bastante espacio para crecer. La angustia no es un vacío, es una corriente que se arrastra. El vacío es una posibilidad, una laguna que se llena, un espacio para una decoración nueva. Necesitamos páginas en blanco para que nazcan poemas, de recipientes disponibles, de un corazón espacioso, de un alma libre, de una mente abierta. El vacío sólo existe para los desapegados, para los que apoyan y celebran el silencio que nos permite escuchar los susurros de la intuición y no los gritos infantiles de los deseos inmediatos. El vacío es una esperanza masiva. No es sólo la falta que nos mueve y motiva, sino el recuerdo más genuino de que somos seres pendientes y que necesitamos construir a diario, incansable y eternamente. El vacío no es un abandono de usted, es un reconocimiento del yo, una invitación para el otro, algo que debe ser llenado temporalmente, dentro del mismo movimiento humano de despertar siempre un desconocido. El vacío es una curiosidad que aún no ha sido alterará. Es tener brazos libres para el abrazo que terminará dentro de poco, pero que resonará constantemente en el recuerdo más bonito. Porque en el toque intenso, el afecto estaba ligero."

Marla De Queiroz
El libro tiene el día que el corazón sostiene el dedo en la puerta.


Hay que tener una autoconfianza descomunal en nuestros proyectos. Hay que tener una firmeza absurda en nuestros valores más nobles. Hay que tener una fuerza sobrenatural para caminar en un camino justo. Hay que tener mucha autocompasión por nuestras opciones: a veces nos equivocamos, porque hay que tener mucho de todo que engradece un ser humano para que nada nos impida seguir en paz. La buena intención nos guía, pero no nos garantiza: estamos en participación directa con el otro y su equipaje. Crecimos en las relaciones, en las entregas, en la autocrítica de nuestro comportamiento dentro de ellas.
Hay que aprender a entregarse sin nos, sin nos, sin perdernos de nosotros mismos. Es una entrega individual dentro de algo que abarca más que nuestro yo. Nos relacionamos con egos. Nuestro ego también se relaciona con el otro y con nosotros. Hay una pelea interna y muy sutil dentro de cada proceso. Incluso cuando la búsqueda es espiritual, el ego está allí haciendo que la gente compita hasta con nuestro ritmo de aprendizaje. Porque una búsqueda espiritual es también una búsqueda dedicada, delicada, comprometida y relajada.
Hay que soltar la necesidad de control, domar la mente, aceptar el misterio, los casualidades. Esperamos milagros pero queremos, al mismo tiempo, estar en el control de todo. Y la vida necesita espacio y paciencia para actuar. Cuántas personas "hacen su parte" y luego quedan esperando ansiosas el resultado... haga su parte y entregue, confíe, agradezca de antemano las gracias recibidas. Acoja sus opciones. Quien no se equivoca no se atrevió. Y siempre hay una oportunidad de hacerlo mejor cuando hay aprendizaje.
 

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