miércoles, 10 de julio de 2013

Walt Whitman




Así como soy existo. ¡Miradme!
Esto es bastante.
Si nadie me ve, no me importa,
y si todos me ven, no me importa tampoco.
Un mundo me ve,

el mas grande de todos los mundos: Yo.
Si llego a mi destino ahora mismo,
lo aceptaré con alegría,
y si no llego hasta que transcurran diez millones de siglos, esperaré...
esperaré alegremente también.
Mi pie está empotrado y enraizado sobre granito
y me río de lo que tu llamas disolución
por que conozco la amplitud del tiempo.
...
Quédate hoy conmigo,
vive conmigo un día y una noche
y te mostraré el origen de todos los poemas.
Tendrás entonces todo lo que hay de grande en la Tierra y en el Sol
(existen además millones de soles más allá)
y nada tomarás ya nunca de segunda ni de tercera mano,
ni mirarás más por los ojos de los muertos,
ni te nutrirás con el espectro de los libros.
Tampoco contemplarás el mundo con mis ojos
ni tomarás las cosas de mis manos.
Aprenderás a escuchar en todas direcciones
y dejarás que la esencia del Universo se filtre por tu ser.
...
He oído lo que hablaban los habladores,
la fábula del principio y del fin.
Pero yo no hablo ni del principio ni del fin.

Nunca hubo más principio que ahora,
ni más juventud ni vejez que ahora,
ni habrá más perfección que ahora,
ni más infierno ni cielo que ahora.
Impulso, impulso, impulso,
siempre el impulso generador del mundo.

De la penumbra surgen iguales elementos contrarios,
siempre la sustancia y el crecimiento, siempre el sexo,
siempre un tejido de identidades, siempre lo diferente,
siempre la vida se engendra.

De nada sirve elaborar; los doctos y los ignorantes lo saben.

Seguros como la certidumbre más firme, seguros y afianzados,
inconmovibles, cimentados, estables.

Fuertes como un caballo, afectuosos, soberbios, eléctricos,
Yo y este misterio nos enfrentamos aquí…

Walt Whitman



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