¨No es necesario ser un cuarto - para estar embrujado
ni una casa
el cerebro tiene corredores
que superan
los lugares materiales
vale más encontrar a la medianoche
un fantasma visible
que afrontar en el interior
ese huésped más helado.
Vale más atravesar galopando una abadía
apedreado
que encontrarse a sí mismo desarmado
en un lugar solitario
Ese uno mismo, detrás de uno mismo oculto
debe sobrecogernos más
el asesino escondido en nuestro apartamento
será un menor horror.
El cuerpo busca un revólver
pone cerrojo a la puerta
presintiendo un fantasma superior
o más ¨
c. 1863
Emily Elizabeth Dickinson (Amherst, Massachusetts, 1830 - 1886),
Poemas, selección y traducción de Silvina Ocampo, Tusquets Editores, Buenos Aires, 2011
¨Nosotros tras nosotros mismos escondidos...¨
¨Esperar es la semilla que se debate en el suelo
creyendo que si intercede, al fin encontrará el consuelo
Sin saber las circunstancias
Hora, clima, condición
Qué gran constancia la que necesita
antes de mirar el Sol!¨
¨Aprendieron a ser gemas, practicando con arenas¨
Emily Elizabeth Dickinson
Poeta norteamericana nacida en Amherst, Massachusetts en 1830.
Hija y nieta de prominentes figuras políticas e intelectuales, fue educada en un ambiente puritano y estricto que la convirtió en una persona solitaria y nostálgica. Durante su vida rara vez salió de casa y sus amistades fueron escasas; sin embargo, entre las pocas personas que frecuentó, tuvo especial aprecio por el Reverendo Charles Wadsworth, quien tuvo un impacto enorme sobre sus pensamientos y su poesía. Admiró también a los poetas Robert y Elizabeth Barrett Browning, así como a John Keats.
Aunque su producción poética fue muy amplia, sólo fue editada en 1890 después de su muerte, ocurrida en el año de 1886 en la ciudad de Amherst.
¨Tan lejos de la piedad, como la queja -
tan frío a la palabra -como la piedra -
inconmovible a la revelación
como si mi oficio fuera de hueso -
tan lejos del tiempo -como la historia -
tan cerca de uno mismo -hoy -
como niños, a las bufandas del arco iris -
a la puesta de sol a su juego amarillo
a los párpados en el sepulcro -
¡cuán mudo yace el danzarín -
cuando las revelaciones del color se rompen -
y resplandecen -las mariposas! ¨
Poema 739
Muchas veces pensé que la paz había llegado
cuando la paz estaba muy lejos
como los náufragos- creen que ven la tierra
en el centro del mar
y luchan más débilmente -sólo para probar
tan deshauciadamente como yo
cuántas ficticias costas
antes del puerto hay
Versión de Silvina Ocampo
Bueno es soñar. Despertar es mejor...
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