domingo, 27 de febrero de 2022

Marguerite Duras (Saigon, Vietnam 1914- París 1996) . Marguerite Yourcenar

“Si huyes hacia adentro, nadie podrá tocarte, nadie podrá mentirte, serás tú, y el vacío entre tú y tú”. José Antonio Galloso



Con Marguerite Donnadieu es casi inevitable...

"Cuando yo escribía en la casa todo escribía. La escritura estaba en todas partes.

Y cuando veía a los amigos, a veces no acertaba a reconocerlos. Hubo varios años así, difíciles, para mí, si, diez años quizá, quizá duró diez años. Y cuando amigos, incluso muy queridos, acudían a visitarme, también era terrible.

Los amigos nada sabían de mí; me apreciaban y acudían por gentileza creyendo que hacían bien.
Y lo más extraño era que no me importaba. Eso hace salvaje a la escritura.

Escribir lo vuelve a uno salvaje. Se acerca a un salvajismo anterior a la vida.
Y siempre lo reconocemos, es el de los bosques, tan antiguo como el tiempo.
Es el salvajismo del miedo a todo, distinto e inseparable de la vida misma. Uno se encarniza.

No se puede escribir sin la fuerza del cuerpo. Para abordar la escritura hay que ser más fuerte que lo que se escribe. Es algo curioso, sí. No es sólo la escritura, lo escrito, también los gritos de las bestias de la noche, los de todos, los vuestros y los míos, los de los perros.

Es la vulgaridad masificada, desesperante, de la sociedad. El dolor; también es Cristo, Moisés y los faraones y todos los niños judíos,  también lo más violento de la felicidad. Siempre. Eso creo.

“Estar sola con el libro aún no escrito es estar aún en el primer sueño de la humanidad.”

Caminas hacia la soledad. Yo no, yo tengo libros




"No es siquiera una reflexión, es algo así como una facultad que está a un costado de uno, paralela a uno, que pertenece a otra persona, que aparece y avanza, invisible, dotada de pensamiento, de cólera, y que a veces, por voluntad propia, está en peligro de perder la vida.

Escribir, es intentar saber lo que se escribiría si se escribiera -uno sólo lo sabe hasta después- antes, es la pregunta más peligrosa que uno pueda plantearse. También es la más socorrida."


“Es sin duda el estado que yo trato de alcanzar cuando escribo, un estado de escucha extremadamente intenso, pero desde el exterior. Cuando las personas que escriben  dicen: cuando escribo uno está concentrado; pero yo no me poseo absolutamente en nada, yo misma soy un colador, tengo la cabeza agujereada. Solo de esta manera me puedo explicar lo que escribo, porque hay cosas que no reconozco en lo que escribo. Es decir que ellas me vienen de otro lugar."

"Hallar en un agujero, en el fondo de un agujero, en una soledad casi todo y descubrir que solo la escritura te salvará. No tener ningún argumento para el libro, ninguna idea del libro es encontrarse, volver a encontrarse, delante de un libro. Una inmensidad vacía. Un libro posible. Delante de nada. Delante de algo así como una escritura viva y desnuda, como terrible de superar. Creo que la persona que escribe no tiene ni idea respecto al libro, que tiene las manos vacías, la cabeza vacía, y que, de esa aventura del libro, es cómo nace la escritura seca y desnuda, sin futuro, sin eco, lejana, con sus reglas de oro elementales, la ortografía, el sentido."

"Un escritor es algo extraño. Es una contradicción y también un sinsentido. Escribir también es no hablar. Es callarse. Es aullar sin ruido. Un escritor es algo que descansa, con frecuencia, escucha mucho. No habla mucho porque es imposible hablar a alguien de un libro que se ha escrito y sobre todo de un libro que se está escribiendo. Es imposible.

Es lo contrario del cine, lo contrario del teatro y otros espectáculos. Es lo contrario de todas las lecturas. Es lo más difícil. Es lo peor. Porque un libro es lo desconocido, es la noche, es cerrado, eso es.

El libro avanza, crece, avanza en las direcciones que creíamos haber explorado, avanza hacia su propio destino y el de su autor, anonadado por su publicación: su separación, la separación del libro soñado, como el último hijo, siempre el más amado.”

"...en la vida llega un momento, y creo que es fatal, al que no se puede escapar, en que todo se pone en duda: el matrimonio, los amigos, sobre todo los amigos de la pareja, los otros también. Lo único que no ponía en duda era la maternidad, la paternidad. El hijo. Los hijos.


"El hijo no se pone en duda. Y esa duda de todo lo demás crece alrededor de uno. Esa duda está sola, es la de la soledad. Ha nacido de ella, de la soledad. Ya podemos nombrar la palabra. Creo que mucha gente no podría soportarlo, que digo, huirían. De ahí quizá que no todo hombre sea un escritor. Si. Eso es, esa es la diferencia. Esa es la verdad. No hay otra. La duda, la duda es escribir. Por tanto, es el escritor también. Y con el escritor todo el mudo escribe. Siempre se ha sabido.

Porque la duda es poner todo en jaque, revolverlo todo, hasta lo cómodo o confortable."




"Otras mujeres florecerán, igual de sonrientes que aquellas que yo amé, más su sonrisa será diferente, y el lunar que me apasiona se habrá desplazado en su mejilla de ámbar la distancia de un átomo. Otros corazones se romperán bajo el peso de un insoportable amor, más sus lágrimas no serán nuestras lágrimas. Unas manos húmedas de deseo continuarán juntándose bajo los almendros en flor, pero la misma lluvia de pétalos nunca se deshoja dos veces sobre la misma ventura humana."

M. Yourcenar. El último amor del príncipe Genghi. Cuentos Orientales.


Villa Adriana, creada en Tibur (actual Tívoli) como lugar de retiro de Roma por el emperador Adriano en el siglo II.

"¿Qué es lo que te ayuda a vivir en los momentos de desconsuelo y horror? La necesidad de ganar o amasar tu pan, el sueño, el amor, la ropa limpia que te pones, un viejo libro que relees, la sonrisa de la negra o del sastre polaco de la esquina, el olor de los arándanos y el recuerdo del Partenón. Todo lo que era bueno en las horas de deleite sigue siendo exquisito en las horas de desamparo. "
M. Yourcenar. Peregrina y extranjera.
"En un mundo tan dispuesto al olvido, todo lo que saca a la luz el esfuerzo del hombre, es saludable.”
 


"En esta habitación trivial, sin lazo alguno con el pasado ni con el porvenir (y por esa razón se es más uno mismo), en medio de un día o de una noche cualquiera, ocurre este milagro de repente, esa gracia que a veces desciende: no un instante de felicidad, pues la felicidad no se cuenta por instantes, sino la conciencia repentina de que la felicidad nos habita. Los objetos que componen la vida, dispuesta repentinamente con un orden distinto, vuelven hacia nosotros su rostro lleno de sol."

M. Yourcenar. Una vuelta por mi cárcel.



"Escribir. No puedo. Nadie puede. Hay que decirlo: no se puede. Y se escribe. Lo desconocido que uno lleva en sí mismo: escribir, eso es lo que se consigue. Eso o nada. Se puede hablar de un mal de escribir. Hay una locura de escribir que existe en sí misma, una locura de escribir furiosa, pero no se está loco debido a esa locura de escribir. Al contrario. La escritura es lo desconocido. Antes de escribir no sabemos nada de lo que vamos a escribir. Y con total lucidez. Es lo desconocido de sí, de su cabeza, de su cuerpo. Escribir no es ni siquiera una reflexión, es una especie de facultad que se posee junto a su persona, paralelamente a ella, de otra persona que aparece y avanza, invisible, dotada de pensamiento, de cólera, y que a veces, por propio quehacer, está en peligro de perder la vida. Si se supiera algo de lo que se va a escribir, antes de hacerlo, antes de escribir, nunca se escribiría. No valdría la pena. Escribir es intentar saber qué escribiríamos si escribiésemos- sólo lo sabemos después-antes, es la cuestión más peligrosa que podemos plantearnos. La escritura: la escritura llega como el viento, está desnuda, es la tinta, es lo escrito, y pasa como nada pasa en la vida, nada, excepto eso, la vida..."

Escribir. Marguerite Duras

"Entonces escribir es el modo de quien usa la palabra como carnada:la palabra pescando lo que no es palabra. Cuando esa no-palabra muerde la carnada, algo se ha escrito. Una vez que se pescó la entrelínea, se puede con alivio tirar la palabra. Pero ahí cesa la analogía: la no-palabra, al morder la carnada, la incorporó. Lo que salva entonces es leer "distraídamente"." Clarice Lispector


"Lo mejor para las turbulencias del espíritu, es aprender. Es lo único que jamás se malogra. Puedes envejecer y temblar, anatómicamente hablando; puedes velar en las noches escuchando el desorden de tus venas, puede que te falte tu único amor y puedes perder tu dinero por causa de un monstruo; puedes ver el mundo que te rodea, devastado por locos peligrosos, o saber que tu honor es pisoteado en las cloacas de los espíritus más viles. Sólo se puede hacer una cosa en tales condiciones: aprender." M. Yourcenar. Sources II (Gallimard, 1999)

lunes, 7 de febrero de 2022

Alejandra Pizarnik - Del infierno musical y otros extractos


Image extracted from "Madame Butterfly",
published by Albin Michel in France in october 2013
Benjamin Lacombe


"Cuidate de mi, amor mio
Cuidate de la silenciosa en el desierto
de la viajera con el vaso vacio
de la sombra de su sombra"





"Yo trabajo el silencio
lo hago llama"


"Pero sé que mi vida sólo tiene sentido cuando amo como ahora no quiero amar, cuando intento un rostro y un nombre, que colorean mi silencio, que me permiten seguir buscando y no encontrando, que me permiten lo que de otra manera es hastío, tiempo en que nada pasa". Alejandra Pizarnik, Diarios

Diarios - 21 de Abril de 1958, Alejandra Pizarnik "Descubro mi violento amor propio. Mi susceptibilidad ante la menor desatención de la gente para conmigo es tan enorme que me transformo en una muerta. De allí que alguien habló de mi serenidad y de la falta de obsesión en mi comunicación con los otros. La verdad no es así: toda prueba de amistad o de adhesión a mí es tan desfalleciente en relación a lo que pretendo que no puedo hacer otra cosa que entrar en un silencio vestido de dignidad pero palpitante de desilusión y de congoja infantil. No puedo aceptar otra realidad que la del arte. Este mundo es horrible. Pero pienso que la medida de cada uno la da el empleo que se hace de la propia soledad y de la angustia. Más que «valentía» hay que decir «inocencia». «Aún hay dichas, terribles dichas a conquistar bajo la luz terrestre.»

"Fe en ti sóla Alejandra. Imposible la plena comunicación humana. Los otros, siempre nos aceptan mutilados, jamás con la totalidad de nuestros vicios y virtudes. O nos detestan por algún aspecto nuestro que les mortifica o nos aceptan por algo que es ángel en nuestra carne. También solemos tener días en los que nos permiten comunicarnos y días en que nos amurallan. Estos últimos coinciden con los días en que más necesidad de contacto humano tenemos. Seguramente nos rechazan por ese aspecto de mendigos repelentes que proporcionan la angustia y la soledad. Todo esto, dicho de un modo confuso. Porque no entien­do casi nada del asunto. Pero hoy y mañana y siempre repito que sólo es posible vivir si en la casa del corazón arde un buen fuego". Diarios, Alejandra Pizarnik

"Aún si digo sol y luna y estrella me refiero a cosas que me suceden. ¿Y qué deseaba yo? Deseaba un silencio perfecto. Por eso hablo". Alejandra Pizarnik, Diarios

"Lo que pasa con el alma es que no se ve/ lo que pasa con la mente es que no se ve/ lo que pasa con el espíritu es que no se ve/ ¿de dónde viene esta conspiración de invisibilidades?/ ninguna palabra es visible"

Fuente: Texto de sombras y últimos poemas. En esta noche, en este mundo 1971-72


"Simplemente no soy de este mundo… 
Yo habito con frenesí la luna. No tengo miedo de morir; tengo miedo de esta tierra ajena, agresiva… No puedo pensar en cosas concretas; no me interesan. 

Yo no sé hablar como todos. Mis palabras son extrañas y vienen de lejos, de donde no es, de los encuentros con nadie… 

¿Qué haré cuando me sumerja en mis fantásticos sueños y no pueda ascender? 
Porque alguna vez va a tener que suceder. Me iré y no sabré volver. 

Es más, no sabré siquiera que hay un “saber volver”."



L ´obscurité des eaux


Escucho resonar el agua que cae en mi sueño.

Las palabras caen como el agua yo caigo.

Dibujo en mis ojos la forma de mis ojos,

nado en mis aguas, me digo mis silencios.

Toda la noche espero que mi lenguaje logre configurarme.

Y pienso en el viento que viene a mí, permanece en mí.

Toda la noche he caminado bajo la lluvia desconocida.

A mí me han dado un silencio pleno de formas y visiones (dices)

Y corres desolada como el único pájaro en el viento.



                                 Alejandra Pizarnik - Del Infierno musical



El lenguaje silencioso engendra fuego. El silencio se propaga, el silencio es fuego.

Era preciso decir acerca del agua o simplemente apenas nombrarla, de modo de

atraerse la palabra agua para que apague las llamas del silencio.

...

Y yo sola con mis voces, y tú, tanto estás del otro lado que te confundo conmigo



Esperando que un mundo sea desenterrado por el lenguaje;

alguien canta el lugar en que se forma el silencio.

Luego comprobará que no porque se muestre furioso,

existe el mar ni tampoco el mundo.

Por eso, cada palabra dice lo que dice

y además más y otra cosa.

(...)

en dónde estoy? estoy en un jardín.
Hay un jardín.


El deseo de la palabra


"En la cima de la alegría he declarado acerca de una música jamás oída

Y qué?

Ojalá pudiera vivir solamente en éxtasis,

haciendo el cuerpo del poema con mi cuerpo,

rescatando cada frase con mis días y con mis semanas

infundiéndole al poema mi soplo a medida que cada letra de cada palabra

haya sido sacrificada en las ceremonias del vivir..."



Signos



Todo hace el amor con el silencio

Me habían prometido un silencio como un fuego, una casa de silencio.

De pronto el templo es un circo y la luz un tambor.



Fuga en lila



Había que escribir sin para qué, sin para quién.

El cuerpo se acuerda de un amor como una lámpara.

Si silencio es tentación y promesa.




...



Puesto que el Hades no existe,

seguramente estás allí,

último hotel, último sueño,

pasajera obstinada de la ausencia.

Sin equipajes ni papeles,

dando por óbolo un cuaderno

o un lápiz de color.

Acéptalos, barquero: nadie pagó más caro

el ingreso a los Grandes Transparentes,

al jardín donde Alicia la esperaba.


de Julio Cortázar a Alejandra Pizarnik


Estés donde estés, lo que mas importa es que estés en ti.