lunes, 23 de junio de 2014

Margaret Atwood





"Esta es la palabra que usamos para taladrar agujeros. Tiene el tamaño justo para esos tibios
huecos del discurso, para esos vacíos en forma
de corazón que no se parecen a los corazones de verdad. Si le añades encaje,
puedes venderla.
También la escribimos en el único
espacio vacío del impreso que viene sin instrucciones. Hay revistas enteras que no
tienen mucho más que la palabra amor; puedes
frotártela por todo el cuerpo y también puedes cocinar con ella.
Cómo sabemos que no es lo que sucede en las divertidas orgías de las babosas bajo cartones mojados?
Y los semilleros de malas hierbas que asoman sus tercos hocicos entre las lechugas, también la gritan.
Amor, Amor! cantan los soldados, levantando
al saludar sus brillantes cuchillos.
Pero luego nosotros dos.
La palabra nos parece demasiado corta, sólo tiene cuatro letras,
es demasiado austera para llenar esos vacíos profundos
y desnudos entre las estrellas
que oprimen con su sordera.
No evitamos caer en el amor, sino en ese miedo.
Esta palabra no es suficiente pero tendrá que bastarnos.
Es una sola vocal en este silencio metálico;
una boca que dice oh, una y otra vez,
con asombro y dolor, un suspiro,
un dedo asido a un acantilado.
Puedes agarrarte o dejarte caer"



....



Ver con claridad los hechos de este mundo
es ver a través de las lágrimas;
¿por qué decirme entonces
que mis ojos no ven bien?

Ver claramente y sin estremecerse
sin apartar la vista,
esto es una agonía, como tener los ojos abiertos
a cinco centímetros del sol.

¿Que ves entonces?
¿Es un mal sueño, una alucinación?
¿Una visión?
¿Qué es lo que oyes?
La cuchilla atravesando el ojo
es un detalle de una vieja película.
Es también una verdad.
Dar testimonio de tu saber."


Margaret Atwood

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